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martes, 23 de mayo de 2017

Jugando a ser Dios (I)

Imaginemos que ya tenemos el poder de crear nueva vida. ¡Juguemos a ser Dios! al fin y al cabo, algún día el ser humano estará preparado para serlo.
Primero hay que crear el entorno donde se desarrollará. Hay que definir un lugar y un momento o lo que es lo mismo, un espacio y un tiempo. Una vez decido el sitio y el instante oportuno, debemos crear las leyes que rijan ese entorno o universo. Leyes físicas, metafísicas, matemáticas, etc que son las que van a madurar nuestro proyecto y van a hacer que los cambios que se produzcan en ese entorno con el paso del tiempo dé unos resultados. Para ello, debemos combinar las leyes de las partículas mas pequeñas con los acontecimientos a gran escala para que haya una armonía y ese caldo de caos original vaya dando algún fruto.

Explosión, Pop, Bola De Fuego, Fuego



Todo será en un proceso, poco a poco, madurando despacio para que lo que vaya surgiendo esté adaptado, preparado, y hasta cierta forma vacunado ante todos los contras que habrá por el camino. De tal manera, que la vida se dé cuando estén las condiciones favorables para ella y no antes. Sabemos que se dará pero es cuestión de esperar.

Reloj, 5 Vor 12, La Undécima Hora

Con las leyes que previamente hemos puesto en marcha en este entorno creado, todo evolucionará en base a dichas leyes y por lo tanto iremos viendo los resultados con el tiempo. Veremos altibajos y destrucción necesaria para nueva construcción.

Bola De Fuego, Asteroide, Explosión

Debemos poner leyes que serán crueles a nuestra vista pero que no tenemos mas remedio que poner para proteger nuestra creación; como por ejemplo, alarmas que avisen al ser vivo que se está destruyendo para que reaccione a su supervivencia (el dolor). Hemos hecho experimentos previos probando suavizar dichas alarmas  para que sean menos crueles, pero no ha funcionado, el sistema se desmorona y el resultado del proyecto no acaba saliendo.
Igualmente hemos tenido que definir las leyes matemáticas donde se incluye la probabilidad. Eso funcionará para bien en algunas cosas y para mal en otras (lo que los seres vivos creados consideran que es "bien" y "mal"); porque sin una ruleta de azar el proceso no avanzaría por si mismo. Ese mismo proceso de azar impuesto hará que se establezca un equilibrio, necesario para nuestra creación; y todos los ingredientes estarán sometidos a dicha ruleta de la "suerte". Los seres vivos creados, en sus orígenes, con su inteligencia aun muy simple, tacharán de mala suerte y desgracia y desearán solo los que les cause placer, y eso lo llamarán "buena suerte". No dejarán de preguntarse por qué debe existir lo que no les gusta. Ciertamente, para que todo este engranaje funcione debe haber sucesos desagradables a esas mentes recién despiertas para que los sucesos agradables tengan sentido.

Universo, Nacimiento, Humano, Geometría


El resultado de la creación siempre tiene algo en común con su creador.
Con el tiempo, esas inteligencias irán acumulando sentimientos en el entorno. La idea es que ese universo vaya sintiendo la presencia de sentimientos (una nueva dimensión de la existencia del ser que va influenciando su hábitat por grande que este sea) La energía que desprende un sentimiento de una reconciliación, por ejemplo, no podría darse sin algo desagradable primero. Pero a esos seres todavía les queda mucho por aprender del entorno donde viven. No consiguen verlo como una maquinaria global, no consiguen verlo como un proyecto a largo plazo en espacio y tiempo sino solo a título individual y egocentrista. Pero irán aprendiendo, irán evolucionando, y algún día, ellos mismos desearán tender su propio proyecto de creación. Crear, aunque solo sea por amar lo que uno crea. Y es que, el Amor, será el ultimo parámetro que ellos entiendan y dominen porque es siempre el objetivo final del proyecto y solo se consigue con un proceso arduo y complejo.

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